lunes, 25 de mayo de 2015

Paranoia

Cuando los nazis vinieron por los comunistas
me quedé callado;
yo no era comunista.
Cuando encerraron a los socialdemócratas
permanecí en silencio;
yo no era socialdemócrata.
Cuando llegaron por los sindicalistas
no dije nada;
yo no era sindicalista.
Cuando vinieron por los judíos
No pronuncié palabra;
yo no era judío.
Cuando vinieron por mí
no quedaba nadie para decir algo.

Pastor Martin Niemöller





Cuando vivía en Knoxville, probablemente durante la época de los rehenes de la embajada de Estados Unidos en Irán, tuve una conversación con uno de mis compañeros de cuarto que todavía recuerdo. El tema era el peligro de que armas nucleares cayeran en manos de terroristas y yo comente de manera casual, simplemente señalando el hecho, que el único país que ha usado armas nucleares contra civiles es Estados Unidos. Mi compañero de cuarto, un muchacho supe tranquilo al que no le molestaba nada, se molesto muchísimo y me espeto que me largara de regreso a mi país. Años después, cuando vivía en Japón, visite Hiroshima y Nagasaki en compañía de mis papas. Visitamos los museos y monumentos. En Nagasaki, la bomba atómica exploto sobre el barrio católico y hay una plaza junto a las ruinas de la catedral donde hay un pequeño museo con fotos de lo que le paso a la gente, muchos mujeres o niños. Recuerdo que papa tuvo un reacción parecida a la de mi compañero, lo que le molestaba era que los japoneses manutuvieran vivo el recuerdo de la tragedia y comento que aunque los monumentos hablaban de paz y el costo de la guerra, el verdadero mensaje era uno de odio en preparación para cuando Japón fuera fuerte otra vez. Para mi padre, y para muchos mexicanos de su generación, Estados Unidos era el país perfecto; que lucha por libertad y justicia; el defensor de la democracia y el buen gobierno; el hermano mayor al que hay que emular. Yo también sentía lo mismo.

Volviendo a los 80s en Knoxville, en esa época había tres redes de televisión de alcance nacional, ABC, NBC, y CBS. Las tres tenían filiales locales. En la noche, primero pasaban el noticiero local y luego se enlazan al noticiero nacional. Algo que me sorprendió muchísimo fue constatar que los tres noticieros eran idénticos en cuanto a las noticias y al orden de presentación. Cada cadena tenía sus propios corresponsales y estilos distintos pero las noticias en si eran las mismas. la única diferencia era lo que llamaban la historia de interés humano con que cerraban el noticiero. En un noticiero era sobre algún gato que algún bombero bajo de un árbol y en otro sobre un boy scout que ayudo a un anciano a cruzar la calle. Esas noticias si eran distintas en cada estación. Durante la guerra de las Malvinas entre Argentina e Inglaterra, en una mesa redonda entre comentaristas Peter Jennings, el presentador de ABC's World News Tonight, hizo un comentario en el sentido de que había que considerar el punto de vista de Argentina, los demás quedaron estupefactos y sin poder pronunciar palabra alguna se le quedaron viendo como si hubiera escupido en la bandea de Estados Unidos. Peter se sonrojo al darse cuenta de su pecado y rápidamente cambiaron de tema, si ni siquiera considerar el asunto.

En los 90s llego el Internet, y con él universos paralelos, realidades fantásticas, que aunque desconectadas de la realidad, son impactantes y absorbentes. Estos mundos ya estaban ahí, pero nunca antes el público en general había tenido acceso a ellas. Se le plantean ahora al público preguntas que serian inconcebibles en los medios masivos de información. Un ejemplo extremo de fantasía paranoica es sobre Pearl Harbor. Hay indicios de que los servicios de inteligencia de Estados Unidos habían roto el código de comunicación de la marina japonesa y que por lo tanto los altos mandos en Estados Unidos conocían con cierta anticipación los movimientos de la marina japonesa. Surge la pregunta: ¿Cómo entonces el ataque a Pearl Harbor fue una completa sorpresa? Según una película que vi en la tele la razón es que el cartero se tardo en entregar la carta donde le avisaban al comandante de la base en Hawái que un ataque japonés era inminente. Con respecto al uso de bombas atómicas, los paranoicos preguntan: ¿Por qué usar bombas atómicas?, dos veces en tres días, si Japón estaba ya completamente destruido y sin capacidad industrial y ya estaba de hecho negociando su rendición. La respuesta oficial es que los japoneses insistían obstinadamente en garantías para el emperador y solo la rendición incondicional era aceptable.

Como resultado de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos surgen como la indisputable potencia dominante en los planos militar, industrial, y financiero. Más específicamente, la industria armamentista estadunidense se convirtió en el hacendado del mundo. Tanto poder acumularon los industriales que el mismo Eisenhower dijo en un famoso discurso: "Aguas con estos gueyes, están cabrones y son bien putos".
Durante los años de Bush, pensaba yo que este era unos de los gobiernos más corruptos y sanguinarios en la historia del mundo; una singularidad en un país esencialmente democrático y justo. El gobierno de Obama ha hecho patente que el presidente de Estados Unidos es una figura meramente protocolaria y que para entender las políticas y acciones de los gobiernos actuales, dígase México o Estados Unidos, hay que entender estas en términos de los intereses de las grandes corporaciones transnacionales.

¿Qué pasa en México? ¿Cual es el papel de Estados Unidos?¿Porque el encargado de Afganistán es el candidato apropiado para embajador en México? Como estas son preguntas difíciles y complicadas volvamos a la fantasía y la paranoia, solo para enajenarnos un poco.

La tragedia del 11 de septiembre tiene paralelos con Pearl Harbor, tanto en lo histórico, como en lo fantástico; lo que se conoce en Estados Unidos como las teorías conspiratorias. El caso es que proveyó al gobierno de Bush con la excusa aparente para invadir Afganistán e Iraq. Según los paranoicos las razones tienen más que ver con el uso de euros para compra de petróleo iraquí y la construcción de oleoductos en Afganistán, pura fantasía. En el caso de Afganistán, hay una coincidencia curiosa e irrelevante. Justo antes de la guerra, después de que la CIA había promovido el cultivo de opio para financiar la campaña contra los rusos, los talibán en un solo año eliminaron la producción de opio ha prácticamente cero. Inmediatamente después de la invasión los niveles de cultivo de opio regresaron a los niveles previos al talibán. Aunque a veces hay reportes de se combate el cultivo de opio he visto videos donde se muestra al ejército de Estados Unidos junto a plantíos de opio. Cuando el reportero les pregunta a los sardos se le explica que tienen orden de no interferir para no molestar a los nativos. Desde la invasión la producción de opio incrementa cada año y ahora Afganistán es el líder mundial.

En México, Estados Unidos participa de tres formas en el narcotráfico: Compra la droga, vende las armas, retiene las ganancias. Según la prensa gringa el chapo vale miles de millones de dólares, pero no hay colchón tan grande para esconder tanta lana. Una de las cosas que me preocupan más de la situación es el carácter de guerra civil que ha tomado. Los grupos de narcotraficantes se desgastan en acciones terroristas contra la población civil y se empeñan en campañas de control territorial que no tienen sentido desde la perspectiva del negocio del narcotráfico. Hay un elemento adicional, una fuerza invisible detrás de todo esto cuyos motivos no son aparentes.

¿Cuáles son las consecuencias? Un gobierno débil, de hecho un estado fallido; Un mercado de armas; Inhibición de desarrollo económico y financiero en México en coincidencia con la depresión económica en Estados Unidos; mantenimiento de la disponibilidad de mano de obra barata para Estados Unidos; Altos precios de la droga en los Estados Unidos, lo cual es un impuesto a los pobres.

¿Qué podemos hacer? Una opción es pretender que no pasa nada y esperar que no saquemos premio en la ruleta rusa. Otra es como Sicilia exigir la capitulación oficial y entregar formalmente el país a la mafia. La verdad no tengo soluciones concretas pero es claro que hay que cambiar.

Según rumores, el chapo se caso y a la boda fueron varios gobernadores. Si esto es cierto ya no tiene caso seguir pretendiendo que hay gobierno, que las elecciones significan algo. Entonces ¿Por qué seguimos nuestras vidas como si no pasara nada? El ciudadano tiene el poder, los buenos somos más. Pero hay que pegar donde duele y hay que ser solidarios. El único camino es la desobediencia civil

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