domingo, 19 de julio de 2015

Un litro de luz



¿Porqué es necesario un proyecto del M.I.T. para descubrir como usar basura y agua para tener luz dentro de barrios de tejabanes?

Tenemos que utilizar mejor nuestros recursos en estos tiempos de crisis y ser creativos.

Interesante iniciativa, aplicable también en miles de hogares pobres del Perú.






Aquí está la idea y cómo se hace. El conocimiento no ocupa lugar, enriquece. La idea forma parte del proyecto "Un litro de luz" de la organización MyShelter Foundation Inc., que tiene la ambiciosa meta de llevar luz a un millón de hogares filipinos en 2012, en un país donde el alto costo de la electricidad es una de las principales preocupaciones. Con el uso de energía 100 por ciento renovable y materiales de fácil adquisición, la iniciativa mejora la calidad de vida y alivia el bolsillo de los filipinos, cuyos ingresos generalmente no sobrepasan los 18 dólares al mes.

La bombita solar es una innovación de los estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)en EE.UU., y se basa en los principios de Tecnologías Apropiadas, un concepto que provee tecnología simple y fácilmente replicable para satisfacer las necesidades básicas de las comunidades en desarrollo. Hasta el momento ha traído beneficios a vecindarios de Brasil, México y Filipinas.

La lámpara no es más que una botella transparente de plástico llena 
con agua purificada y 
 Hipoclorito de Sodio en solución (lavandinay su función es evitar que se forme moho en el agua, que se inserta en orificios abiertos  en los techos para aprovechar la luz exterior durante el día.

El efecto es sorprendente. Los rayos del Sol viajan a través del envase 
y la mezcla genera una refracción brillante de 360 grados, que ilumina
cualquier habitación con la misma intensidad de una bombilla eléctrica 
de 55 watts, a un costo de 2 a 5 dólares.

El procedimiento es sencillo y no requiere mucho entrenamiento. Se 
llena la botella transparente de 1,5 litros con agua purificada y se 
agregan tres cucharadas de lavandina. Luego se sella herméticamente. 
La lavandina evita el desarrollo del moho en la solución, que puede 
durar hasta 5 años, mientras el agua destilada o purificada aporta 
mayor claridad.

Una vez preparada la mezcla, se hace un orificio en una lámina de 
zinc o fibra de vidrio, donde se inserta la botella hasta la mitad.

continuación se perfora un agujero similar en el techo de la casa y se ajusta con firmeza el artefacto, teniendo como tope la pequeña lámina. Finalmente se aplica un sellador potente para evitar filtraciones. 

¡Y se hizo la luz! No hizo falta un proyecto complejo de tendido eléctrico, ni quemar miles de litros de combustible. Una simple idea ha permitido atrapar la potencia del Sol en una botella para alumbrar las oscuras y desvencijadas viviendas de una humilde comunidad en Filipinas.

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