miércoles, 4 de septiembre de 2019

El nacimiento de una diosa




Todos los pueblos del Anahuac llegaron del norte pero a tiempos distintos.

Los que llegaron primero se aculturaron y urbanizaron en la cultura del maíz. En el norte quedaron pueblos bárbaros. Nómadas sin ley ni dios, los chichimeca.

Conforme las ciudades crecían y los sabios eran desplazados por los políticos y oportunistas, sucesivas oleadas de chichimeca destruían y reconstruían la religión y cultura, incorporando a los dios teotihuacanos - deidades, urbanas y agrícolas, de la creación, la resurrección, el devenir, la dualidad, y la rueda infinita del tiempo - jehovas racisatas y terribles que sabían ganar batallas y destruir enemigos.

Después de la caída de Teotihuacan hacia el año 700, hubo en Mesoamérica varios siglos de tinieblas y cambió el índole de la civilización. ,Las ciudades sin fortificaciones y gobernadas por sabios sacerdotes se desmoronaron y dieron lugar a ciudades guerreras y a religiones más belicosas. Hacia el año 950 surge Tula, la capital de los Toltecas.

La historia de los Toltecas comienza con una leyenda que los describe como una tribu Chichimeca que viene del norte a principios del siglo X conducida por un rey llamado Miscoatl y que se establece en Culhuacán.

Los toltecas (náhuatl: tōltēcah; '[maestros] constructores'), fueron los miembros de una cultura precolombina que dominó la mayor parte del centro de México entre los siglos X y XII. Su lengua, el náhuatl, también fue hablado por los mexica. Mucho de lo que se conoce de los toltecas está envuelto en mitos.

Entre los pueblos nahuas de la época de la conquista, la palabra tolteca significaba alguien sabio que dominaba las artes y la palabra toltecayotl equivalía a lo que llamaríamos, alta cultura.

Chicomóztoc es el nombre del mítico lugar de origen de los aztecas mexicas, Tepanecas, Acolhuas, y otros pueblos de lengua náhuatl (o nahuas) de la región central de Mexico de Mesoamérica, en el periodo Postclásico.

Hay una asociación de Chicomoztoc con ciertas tradiciones relativas legendario Culhuacán (Colhuacan), un verdadero asentamiento prehispánico en el Valle de México, que se consideró que había sido una de las primeras y más preeminente de los asentamientos en el valle. Culhuacán ( "lugar de las personas con antepasados" es su significado literal en náhuatl clásico) fue visto como un lugar prestigioso y venerado por los aztecas / mexicas (que también denominan a sí mismos' Culhua-mexica ').



El lago de Texcoco formaba parte de un sistema de lagos, actualmente en proceso de desaparición,1 localizados al suroeste del valle de México, en el centro del Eje Neovolcánico que atraviesa el territorio nacional desde la costa del Pacífico.2 La historia que ha llevado a la desecación de buena parte de la superficie de las masas acuosas que formaban parte del sistema dio comienzo en la época prehispánica. Por aquella etapa de la historia, los indígenas construyeron islas artificiales en los bajos de la laguna, con el propósito de ganar tierras para el cultivo o, en el caso de México-Tenochtitlan, para construir poblados. 

La cuenca lacustre del valle de México estaba formada por los lagos de Zumpango, Xaltocan, Texcoco, Xochimilco y Chalco. Ocasionalmente se habla de la laguna de México, pero ello sólo cuando se hace mención al período histórico en que los indígenas construyeron un dique entre la sierra de Guadalupe, al norte del lago de Texcoco, y el cerro de la Estrella, en el sur del mismo.

Una característica singular de este sistema de lagos era el carácter distinto de sus aguas. Mientras que los lagos de Xochimilco y Chalco estaban formados con aguas dulces, las aguas de Texcoco, Zumpango y Xaltocan eran salobres. De hecho, los antiguos pobladores de las riberas y los islotes de estos tres últimos lagos se dedicaban a la explotación de sal, que obtenían mediante la evaporación del agua del lago. De cualquier modo, el agua de los lagos del valle de México no era provechosa para la vida humana. Las aguas de los lagos de Texcoco, Zumpango y Xaltocan no eran potables por su alta salinidad y las aguas dulces de Xochimilco y Chalco no eran provechosas más que para la agricultura, pues los residuos de las plantas y animales que poblaban los ecosistemas asociados les daban mal sabor. Por ello, los pobladores de México-Tenochtitlan debieron introducir un sistema de abasto de agua potable para importar el líquido de los manantiales aledaños.

Las riberas del lago de Texcoco han sido ocupadas por lo menos desde hace unos 25 mil años, como demuestran los restos arqueológicos de Tlapacoya. Más recientes son los del Hombre de Tepexpan --que en realidad era mujer--, y de la mujer del Peñón. Estos datan de menos de 6 mil años AP. Los primeros habitantes de la ribera y los islotes se dedicaban a la cacería, recolección y pesca.

Luego de la consolidación de las sociedades agrícolas mesoamericanas, las riberas del lago de Texcoco se convirtieron en uno de los principales focos de desarrollo en el proceso civilizatorio de Mesoamérica.

Durante el horizonte preclásico (3000 a. C.--150 d. C.), el noroeste del lago fue el asiento de numerosos pueblos que recibieron influencia de las tradiciones cerámicas del occidente mesoamericano. Entre estos primeros establecimientos se encuentran Tlatilco, Zacatenco y El Arbolillo, que pertenecen al actual estado de México. Se ha propuesto como hipótesis que estos pueblos habrían pertenecido a la familia lingüística otomangueana, que por aquel tiempo debió ocupar extensas zonas del centro y sur de México. Por otro lado, en el oriente del lago, Chimalhuacán y Tlapacoya seguían siendo centros de población importantes, dedicados al cultivo del maíz.


A partir del siglo II d.C., la población de la cuenca comenzó a concentrarse en uno de los valles asociados al lago de Texcoco, para formar la que sería una de las más importantes metrópolis de Mesoamérica. Estamos hablando de Teotihuacan, ubicada al noreste del lago, dedicada a la agricultura y al comercio interregional. Teotihuacan fue una ciudad habitada por personas de distintos orígenes étnicos, y fue el corazón de la política, la economía y la cultura mesoamericana desde el siglo II hasta el siglo VIII, en que comenzó su proceso de decadencia.

Con la recesión teotihuacana, la cuenca del lago de Texcoco fue uno de los destinos principales de los grupos migrantes provenientes del norte de Mesoamérica. Algunos de estos pueblos habían abandonado sus lugares de origen debido a la catástrofe ecológica que puso fin a la cultura agrícola en el semidesierto del norte de Mesoamérica. Otros eran grupos nómadas de frontera que aprovecharon la situación de caos político dominante en el área nuclear mesoamericana. Además, algunos pobladores de Teotihuacan se refugiaron en antiguas poblaciones ribereñas del lago, como Azcapotzalco, Culhuacán, Chimalhuacán y Portezuelo.

Venidos del norte eran los chichimecas, pueblos de filiación náhuatl, que al mezclarse con la población originaria, dieron lugar a la cultura tolteca en el siglo IX. Su hegemonía no duraría más allá del siglo XI; cuando nuevos pueblos nahuas se establecieron en las orillas del lago de Texcoco. Ejemplo de ello es Tenayuca, una población en el noroeste del lago habitada por chichimecas. Los últimos en llegar fueron los mexica, que luego de merodear por la ribera de los lagos de Xaltocan, Texcoco y Xochimilco, finalmente se establecieron en el islote de México, donde fundaron Tenochtitlan, la capital del Estado militar más extenso que conoció Mesoamérica.

La mayor parte de los arqueólogos estudiosos del pasado prehispánico del valle de México convienen en que las chinampas son una innovación hidráulica que comenzó en el lago de Texcoco con la llegada de los pueblos chichimecas (siglo IX d. C.). Rojas Rabiela, basada en los trabajos arqueológicos de Ángel Palerm, propone que el período de mayor transformación del entorno lacustre comprende de los siglos XIV al XVI.13 Las chinampas --o jardines flotantes, como les llamaron los sorprendidos españoles que llegaron al valle en el siglo XVI--, son una técnica agrícola que permite ganar al lago mayores extensiones de campo cultivable.

Una chinampa era construida en los bajos del vaso lacustre. Se clavaban varias estacas de ahuejote que sujetaban un petate de tule, sobre el que se depositaba cieno del fondo de la laguna hasta que sobre el petate y entre las estacas quedara un montículo de tierra. Con el tiempo, las estacas producen retoños y raíces que ayudan a consolidar el suelo cultivable, de modo que se forma una isla artificial. La chinampa permitía una mayor eficiencia en la agricultura en comparación con otros sistemas de irrigación. Mientras en tierra firme se obtenían hasta dos cosechas al año, en la chinampería se obtenían --y se obtienen donde se continúan cultivando-- varias más.

Tenochtitlan fue construida casi enteramente sobre chinampas. Su construcción alrededor del islote de México amplió la extensión de tierra disponible en medio del lago de Texcoco en diez veces. Pero la capital mexica era víctima de las crecidas periódicas del lago de Texcoco, además de que las aguas que la rodeaban eran poco benéficas para la agricultura. El asunto se resolvió por medio de la construcción de un dique.


México-Tenochtitlan, bajo el gobierno de Itzcóatl y el genio de Tlacaelel, conquistó a los altépetl de Mixcoac, Atlacohuayan (Tacubaya), Huitzillopochco (Churubusco), Xochimilco, Teotihuacan y Otompan en 1430, Coyohuacan Coyoacán en 1431, Míxquic en 1432, Cuitláhuac (Tláhuac) en 1433 y Cuauhnáhuac en 1439. Durante esta etapa se construyeron la calzada de Tepeyacac que unía a Tenochtitlan con la ribera norte del lago y los templos del Cihuacoatl y una ampliación adicional (etapa IV) del Templo Mayor dual a Huitzilopochtli y Tlaloc.

La acción más trascendente junto a la campaña militar contra Azcapotzalco fue la reforma religiosa mexica, impulsada por los tlamatinime mexicas encabezados por Tlacaelel. En ella realizó una destrucción de los repositorios de amoxtli (libros, códices), principalmente del tipo xiuhámatl, es decir, aquellos que consignaban hechos históricos del pasado mexica para crear una serie de conceptos cosmogónicos y cosmológicos sustentantes del origen mítico mexica (como la Leyenda de los Soles, la mayor parte de la teogonía mexica y el origen mítico de Aztlán) y como herederos de la toltecáyotl, es decir, de un linaje tolteca y de la toltequidad, la condensación de los avances civilizatorios mesoamericanos que incluían un lenguaje y discurso iconográfico homogéneo, arte, cultura y usos y costumbres heredados de los pueblos mesoamericanos del Altiplano y heredados de un núcleo religioso milenario. Entre lo reformado está también la promoción definitiva de la importancia sanguínea y del sacrificio humano para la existencia misma del universo (hecho que inició hacia el Epiclásico en las sociedades de Mesoamérica y de la vocación bélica de los mexicas.


Volviendo los mensajeros con la respuesta á los Mexicanos admitieron el sitio de buena gana, y así entraron en él. Comenzando á poblarse hallaron tantas malas sabandijas, que recibieron gran pena y temor, mas su ídolo les dio remedio para que las rindiesen y amansasen, y fuesen muy buen manjar para ellos, y así sé sustentaban de aquellas culebras y víboras, que les eran ya tan sabrosas que en breve dieron cabo dellas; hicieron en este lugar una muy buena población, con su templo, casería y sementeras muy bien labradas con que estaban ya muy contentos, y su gente en mucho aumento: a cabo de muchos días entendiendo los de Culhuacan que poco á poco se los habían consumido aquellas sabandijas, díjoles el Rey, "id y ved en que han parado los Mexicanos, y saluden de mi parte á los que hubieren quedado, y preguntales cómo les va en el sitio que se les dio." Idos los mensajeros hallaron los Mexicanos muy alegres y contentos, con sus sementeras muy cultivadas y puestas en orden, hecho templo á su Dios y ellos en sus casas; los asadores y ollas llenas de culebras, dellas asadas y dellas cocidas. Dieron les los de Culhuiacan su embajada de parte del Rey y ellos teniéndolo en gran merced, respondieron el contento que tenían agradeciendo el bien que se les había hecho. Y pues tanta merced les hacia el Rey que le suplicaban les concediese dos cosas, que les diesen entrada y contratación en su ciudad, y consentimiento para que emparentasen los unos con los otros por vía de casamiento. Los mensajeros volvieron al Rey con las nuevas de la pujanza y multiplico de los Mexicanos, diciéndole lo que habían visto y lo que habían respondido; el Rey. y sus principales quedaron muy admirados de una cosa tan prodigiosa y nunca oída, y así cobraron de nuevo gran temor á los mexicanos diciendo el Rey á su gente, 'yá os he dicho que esta gente es muy favorecida de su Dios, y gente mala y de malas mañas; dejales, no les hagan mal, que mientras no les enojares ellos estarán sosegados. Desde entonces comenzaron los Mexicanos á entrar en Culhuacan, y tratar y contratar libremente y á emparentar unos con otros tratándose como hermanos y parientes. Estando en esta paz y sosiego Huitzilopuchtli, Dios de los Mexicanos, viendo el poco provecho que se le seguía de sus intentos con tanta paz, dijo á sus viejos y ayos, "necesidad tenemos de buscar una mujer, la cual se ha de llamar la mujer de la discordia, y esta se ha de llamar mi agüela en el lugar donde hemos de ir á morar, porque no es este el sitio donde hemos de hacer nuestra habitación, mas atrás queda el asiento que os tengo prometido y es necesario que la ocasión de dejar este que agora habitamos sea con guerra y muerte y que empecemos á levantar nuestras armas, arcos, flechas, rodelas y espadas y demos á entender al mundo el valor de nuestras personas. Comenzad pues á apercibiros de las cosas necesarias para vuestra defensa y ofensa de nuestros enemigos, y búsquese luego medio para que salgamos deste lugar; y sea este que luego vais al Rey de Culhuacan, y le pidáis su hija para mi servicio, el qual luego ós la dará, y esta ha de ser la mujer de la discordia como adelante veréis."

Los Mexicanos que siempre fueron obedientísimos á su Dios fueron luego al Rey de Culhuacan, y proponiendo su embajada viendo que le pedían la hija para Reina de los Mexicanos y abuela de su Dios, con cobdicía desto diosela sin dificultad; á la cual los Mexicanos llevaron con toda la honra posible con mucho contento y regocijo de ambas partes así de los Mexicanos como de los de Culhuacan, y puesta en su trono luego aquella noche habló el ídolo á sus ayos y sacerdotes diciéndoles, 'ya os avisé que esta mujer habia de ser la de la discordia entre vosotros y los de Culhuacan, y para lo que yo tengo determinado se cumpla, matad esa moza y sacrificarla á mi nombre á la qual desde hoy tomo por mi madre: después de muerta degollarla heis toda y el cuero vestírselo á uno de los principales mancebos y encima vestirse de los demás vestidos mujeriles de la moza, y convidareis al Rey su padre que venga á hacer adoración á la diosa su hija y á ofrecerle sacrificio' todo lo cual se puso por obra (y esta es la que después los mexicanos tuvieron por diosa que en el libro de los sacrificios se llama Toci que quiere decir nuestra agüela.) Llamaron luego al Rey su padre para que la viniese á adorar según el ídolo lo había mandado, aceptó el Rey el convite, y juntando sus principales y Señores les dijo que juntasen muchas ofrendas y presentes para ir á ofrecer á su hija que era ya Diosa de los Mexicanos; ellos teniéndolo por cosa muy justa, juntaron muchas y diversas cosas acostumbradas en sus ofrendas y sacrificios, y saliendo con todo este aparato con su Rey, vinieron al lugar de los Mexicanos, los cuales los recibieron y aposentaron lo mejor que pudieron, dándoles el parabién de su venida: después que hubieron descansado, metieron los mexicanos, el indio que estaba vestido con el cuero de la hija del Rey al aposento del ídolo Huitzilopuchtli, y poniéndolo á su lado, salieron á llamar al Rey de Culhuacan y padre de la moza, diciéndole 'señor, si eres servido bien puedes entrar á ver á nuestro Dios y á la Diosa tu hija, y hacerles reverencia ofreciéndoles tus ofrendas." El Rey teniéndolo por bien se levantó y entrando en el aposento del ídolo, comenzó á hazer grandes ceremonias, y á cortar las cabezas de muchas codornices y otras aves que habia llevado haziendo su sacrificio dellas, poniendo delante de los dioses muchos manjares, incienso y flores y otras cosas tocantes á sus sacrificios, y por estar la pieza obscura no via á quien ni delante de quien hazian aquellos sacrificios, hasta que tomando un brasero de lumbre en la mano según la industria que le dieron, echó encienso en él y comenzando á encensarse encendió de modo que la llama aclaró el lugar donde el ídolo y el cuero de su hija estaba, y reconociendo la crueldad tan grande, cobrando grandíssimo horror y espanto soltó de la mano el encensario y salió dando grandes vozes diziendo "aquí, aquí mis vasallos los de Culhuacan, contra una maldad tan grande como estos Mexicanos han cometido, que han muerto mi hija y desollándola vistieron el cuero á un mancebo á quien me han hecho adorar; mueran y sean destruidos los hombres tan malos y de tan crueles costumbres; no quede rastro ni memoria dellos; demos fin dellos, vasallos míos."

Los Mexicanos viendo las voces que el Rey de Culhuacan daba y el alboroto en que á sus vasallos ponia, los quales echaban yá mano á las armas, los Mexicanos como gente que estaba ya sobre aviso, se retiraron metiéndose con sus hijos y mujeres por la laguna ndentro, toniaiulo el agua por reparo contra los enemigos, pero los de Culhnacan dando aviso ea su ciudad salió toda la gente con mano armada y combatiendo á los Mejicanos los metieron tan adentro de la laguna, que casi perdian pid, por cuya causa las mujeres y niños levantaron gran llanto, mas no por esso los Mexicanos perdieron el ánimo, antes esforzandose mas comenzaron á arrojar contra sus enemigos muchas varas arrojadizas como fisgas, con las quales los de Culhuacan rescibierou mucho detrimento dé suerte que se comenzaron á retirar, y así los Mexicanos comenzaron á salir de la laguna y á tornar á ganar tierra, yéndose á reparar á un lugar en la orilla de la laguna que se dize Ttztapalapan, y de allí...

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