viernes, 28 de febrero de 2020

Coronavirus

Brasil confirma primer caso de coronavirus en América Latina


El ministerio de Salud de Brasil confirmó el diagnóstico inicial de coronavirus de un brasileño residente en Sao Paulo, que se convirtió en el primer caso de esta epidemia en América Latina.

Video de murciélagos grabado en Miami en 2011

 Un video que muestra a murciélagos brotando de bajo un tejado ha sido compartido desde el 17 de febrero del 2020 en redes sociales, donde lo presentan como la causa del nuevo coronavirus en China.
“Se ha encontrado la fuente principal de coronavirus. Resulta que muchos techos de casas en Wuhan, provincia de Hubei, están fuertemente infestados con murciélagos de crisantemo, un tipo de murciélago que transporta el virus en su cuerpo”. 
Este es el mensaje que circula en WhatsApp acompañado de un vídeo en el que se ve a varios operarios sacando murciélagos de un tejado. Sin embargo, las imágenes no están grabadas en Wuhan, ni siquiera en China.

Sin embargo, la grabación ha estado en línea desde julio de 2011 y en realidad muestra reparaciones en el techo de una casa en la ciudad de Miami, Estados Unidos.

https://factual.afp.com/el-video-de-un-tejado-infestado-de-murcielagos-fue-grabado-en-2011-en-estados-unidos

https://www.newtral.es/bulos-coronavirus-wuhan-casos-videos-teorias-conspiranoicas/20200225/

https://www.snopes.com/fact-check/dean-koontz-predicted-coronavirus/

La gripe española


La Gripe Española mató entre 1918 y 1920 a más de 40 millones de personas en todo el mundo. Se desconoce la cifra exacta de la pandemia que es considerada la más devastadora de la historia. Un siglo después aún no se sabe cuál fue el origen de esta epidemia que no entendía de fronteras ni de clases sociales.

Aunque algunos investigadores afirman que empezó en Francia en 1916 o en China en 1917, muchos estudios sitúan los primeros casos en la base militar de Fort Riley (EE.UU.) el 4 de marzo de 1918.
Tras registrarse los primeros casos en Europa la gripe pasó a España. Un país neutral en la I Guerra Mundial que no censuró la publicación de los informes sobre la enfermedad y sus consecuencias a diferencia de los otros países centrados en el conflicto bélico.

Ser el único país que se hizo eco del problema provocó que la epidemia se conociese como la Gripe Española. Y a pesar de no ser el epicentro, España fue uno de los más afectados con 8 millones de personas infectadas y 300.000 personas fallecidas.

La censura y la falta de recursos evitaron investigar el foco letal del virus. Ahora sabemos que fue causado por un brote de influenza virus A, del subtipo H1N1. A diferencia de otros virus que afectan básicamente a niños y ancianos, muchas de sus víctimas fueron jóvenes y adultos saludables entre 20 y 40 años, una franja de edad que probablemente no estuvo expuesta al virus durante su niñez y no contaba con inmunidad natural.

Fiebre elevada, dolor de oídos, cansancio corporal, diarreas y vómitos ocasionales eran los síntomas propios de esta enfermedad. La mayoría de las personas que fallecieron durante la pandemia sucumbieron a una neumonía bacteriana secundaria, ya que no había antibióticos disponibles.
Sin embargo, un grupo murió rápidamente después de la aparición de los primeros síntomas, a menudo con hemorragia pulmonar aguda masiva o con edema pulmonar, y con frecuencia en menos de cinco días.

En los cientos de autopsias realizadas en el año 1918 los hallazgos patológicos primarios se limitaban al árbol respiratorio por lo que los resultados se centraban en la insuficiencia respiratoria, sin evidenciar la circulación de un virus.

Al no haber protocolos sanitarios que seguir los pacientes se agolpaban en espacios reducidos y sin ventilación y los cuerpos en las morgues y los cementerios. Por aquel entonces se haría popular la máscara de tela y gasa con las que la población se sentía más tranquila, aunque fueran del todo inútiles.

En el verano de 1920 el virus desapareció tal y como había llegado.

México


En relación con la noticia que circulara de personas aisladas por posibles casos de coronavirus en el estado de San Luis Potosí, la Subdirección de Epidemiología de la Secretaría de Salud estatal confirma que no hay ningún caso registrado en el estado.

https://www.unotv.com/noticias/estados/san-luis-potosi/detalle/sin-casos-de-coronavirus-en-slp-secretaria-de-salud-estatal-035426/

https://www.eluniversal.com.mx/estados/descartan-posible-caso-de-coronavirus-en-san-luis-potosi

Autoridades de salud de México explicaron, respecto a los modelos de respuesta posible, que en el país se sigue el protocolo de mitigación para combatir el nuevo coronavirus 2019, y no el de contención, como los que se realizan en países como Estados Unidos y China. Dicha determinación, informaron, va en consonancia con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

¿En qué consiste el protocolo de mitigación?


En conferencia de prensa, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Prevención de Salud, informó que este protocolo consiste en buscar la reducción de los daños y contagios por el nuevo coronavirus.

“... se busca limitar el daño, así como garantizar la pronta y eficaz atención médica de los casos registrados”. Hugo López-Gatell

Precisó que este modelo de respuesta respeta los derechos civiles.

“México seguirá respetando los derechos humanos. Usará protocolos técnicos”.

Características del modelo de protocolo de mitigación:


"En la mitigación, no existe aspiración alguna de que se va a poder contener el traspaso o la propagación del agente infeccioso, y entonces, a lo que se aspira es a canalizar los aspectos para mitigar el daño. Hugo López-Gatell
Objetivos:
  • Reducir la velocidad de transmisión.
  • Proteger a las poblaciones más vulnerables.
  • Garantizar la pronta y eficaz atención médica de los casos.
  • Hacer los estudios de contacto que permitan interrumpir cadenas de transmisión a partir de los casos
El otro modelo, el protocolo de contención, en cambio, aísla a las comunidades: evita que entren o salgan de ellas las personas. En éste hay un control completo de los ciudadanos y, en algunos casos, se determina una cuarentena estricta y se restringen los viajes.

Casos sospechosos


En México, precisaron las autoridades de salud, se han registrado 19 casos sospechosos, de los cuales, 18 ya han sido descartados, y uno se mantiene en observación. El resultado de éste último será anunciado más tarde, en el reporte que noche tras noche se entrega.

No se sabe cuándo, pero llegará el nuevo coronavirus. Hugo López-Gatell afirmó que es seguro que el nuevo coronavirus llegue a México, aunque no se sabe cuándo.
“Seguros que el virus va a llegar a México. Es lo más probable, si nos guiamos científicamente. Va a llegar, aunque no se sabe cuándo”. Hugo López-Gatell

¿Cuáles son los síntomas del coronavirus 2019?

El nuevo coronavirus 2019 es una cepa particular de coronavirus que no había sido identificada previamente en humanos; sin embargo, las autoridades han identificado los siguientes síntomas:
  • Fiebre
  • Tos
  • Dificultad para respirar
  • Neumonía
  • Dolor de músculos
  • Problemas gástricos
  • Diarrea
  • Malestar general

Medidas universales de prevención

Por tratarse de una nueve cepa de coronavirus, hasta el momento no existe una vacuna, pero existen algunas medidas auxiliares para prevenir y reducir el riesgo de infección dadas a conocer por la Secretaría de Salud:
  • Lavarse las manos regularmente, especialmente después del contacto directo con personas enfermas.
  • Evitar el contacto cercano con personas con infecciones respiratorias agudas y con animales de granja vivos o muertos y con animales salvajes.
  • Cubrir boca y nariz; hay mascarillas de carbón activado que brindan mayor protección que un cubre bocas.
  • No escupir. Si es necesario hacerlo, utilizar un pañuelo desechable, meterlo en una bolsa de plástico, anudarla y tirarla a la basura; después lavarse las manos.
  • No tocarse la cara con las manos sucias, sobre todo nariz, boca y ojos.
  • Limpiar y desinfectar superficies y objetos de uso común en casas, oficinas, sitios cerrados, transporte, centros de reunión, etc., ventilar y permitir la entrada de luz solar.
  • Quedarse en casa cuando se tienen enfermedades respiratorias y acudir al médico si se presenta alguno de los síntomas (fiebre mayor a 38° C, dolor de cabeza, dolor de garganta, escurrimiento nasal, etc.).

La incertidumbre en el precio del petroleo


El crudo se ha convertido, de la noche a la mañana, en el principal factor de incertidumbre para los mercados a escala global.

La agitación se produce después de que Rusia se negó a unirse a los esfuerzos de la OPEP para rescatar el mercado de petróleo afectado por el coronavirus cortando la producción. El fracaso de la reunión de Viena dejó provocó una caída del 10% en los precios del petróleo. Los precios del petróleo ya estaban estancados en un mercado bajista debido al brote de coronavirus, lo que ha provocado una fuerte caída de la demanda de crudo. Arabia Saudita intensificó la situación al recortar sus precios de venta oficiales en un intento por recuperar la cuota de mercado y aumentar la presión sobre Rusia.

El precio del crudo se redujo un 22% a US$ 32 por barril. El crudo Brent, de referencia mundial, también cayó un 22% a US$ 35 por barril. Ambos en su peor día desde 1991, cuando la guerra del golfo. La mayor caída porcentual en un día para los precios del petróleo de EE. UU. ocurrió en septiembre de 2001, cuando cayeron un 15%.

El colapso petrolero de 2014-2016 provocó que docenas de compañías de petróleo y gas se declararan en bancarrota y hubiera cientos de miles de despidos. Sin embargo, la industria del esquisto estadounidense emergió de ese período más fuerte y Estados Unidos eventualmente se convertiría en el principal productor mundial de petróleo. Analistas piensan que la negativa de Rusia a reducir la producción equivalía a una bofetada a los productores estadounidenses de petróleo de esquisto bituminoso, muchos de los cuales necesitan precios más altos para sobrevivir.

“Rusia ha estado dando indicios de que el objetivo real son los productores estadounidenses de petróleo de esquisto bituminoso, porque está harto de recortar la producción y simplemente dejarlos con espacio”, escribieron analistas de la firma consultora de energía FGE en una nota a los clientes el domingo. “Tal ataque puede estar condenado al fracaso a menos que los precios permanezcan bajos durante mucho tiempo”.

El desplome del 9% en la última sesión de la semana pasada palidece con la cosechada el lunes, en el que tanto la cotización del Brent —el de referencia en Europa— como la del Texas —en Estados Unidos— caen a doble dígito, hasta el entorno de los 35 dólares, y alimentaban la especulación de Goldman Sachs sobre la posibilidad de que el desplome del barril se profundice hasta los 20 dólares, niveles de hace dos décadas.

El batacazo deja lejos la cota de los 40 dólares por barril —niveles inéditos en cuatro años—, pone contra las cuerdas a los países petroleros —y, sobre todo, a aquellos que tienen que incurrir en mayores costes de extracción o que bombean un crudo de menor calidad— y supone un duro golpe para un puñado de naciones latinoamericanas: Venezuela, Ecuador, México, Colombia, Brasil o Argentina.

El precio de la mezcla mexicana de petróleo de exportación tuvo un descenso de 31.7%, del viernes pasado al cierre de la sesión de este lunes de acuerdo con los datos de Petróleos Mexicanos. La canasta de crudos mexicanos se vendió el 6 de marzo en 35.75 dólares por barril; ayer, el precio descendió a 24.43 dólares la unidad, esto es un retroceso de 11.32 dólares.

Los grandes fondos de inversión tuvieron todo el fin de semana para pensar y sopesar opciones. Y la conclusión es clara: ven un panorama mucho peor del que atisbaban el viernes pasado, ya de por sí negativo. Al temor, bien fundamentado, de que la epidemia termine por hundir la demanda de crudo —según los cálculos de la consultora IHS Markit, caerá en el primer trimestre de 2020 a un ritmo incluso mayor que en los peores momentos de la Gran Recesión— se suma ahora el desacuerdo entre la segunda y tercera mayores potencias petroleras del planeta, Arabia Saudí y Rusia, respectivamente, para tratar de recortar los bombeos y drenar así el crudo sobrante en el mercado. Era la única opción posible para compensar el batacazo del consumo y, sin pacto, no hay contrapeso posible para unos precios en caída libre.

Ante la negativa de Rusia a aceptar la retirada de 1,5 millones barriles al día —una cifra gruesa: algo más de lo que consumen países como España o Italia—, Arabia Saudí ha optado por jugar a la contra. A lo largo del fin de semana, su petrolera estatal —Aramco, que también ostenta el cetro de mayor empresa cotizada del planeta— abrió la puerta a redoblar su producción en un movimiento contrario al propuesto originalmente y rechazado por el Kremlin. La acción prendería fuego en un mercado ya de por sí muy disputado, abriendo una batalla cruenta entre dos países que llevaban más de tres años remando en la misma dirección para tratar de hacer frente al dominio estadounidense. Pero en un giro de 180 grados tras el sorprendente y rotundo no ruso, ahora el objetivo de Riad pasa a ser la eliminación de competidores, con Moscú en el punto de mira.

El pacto de tres años entre la OPEP —que incluye a su líder de facto Arabia Saudita— y naciones aliadas lideradas por Rusia se vino abajo el viernes, luego de que Moscú se rehusó a apoyar recortes más drásticos de los suministros para lidiar con los efectos económicos del brote de coronavirus.
La OPEP respondió removiendo todas las restricciones a su producción, lo que desató temores a un sobreabastecimiento del mercado, ya sumergido en un exceso de oferta de crudo. A pesar de la caída de la demanda de energía por el coronavirus, Arabia Saudita planea subir su producción sobre los 10 millones de barriles por día (bpd) en abril, después de que expire el actual acuerdo de recortes de suministros, dijeron el domingo dos fuentes a Reuters. El reino —que ha estado bombeando cerca de 9.7 millones de bpd en los últimos meses— también rebajará el precio de venta de su petróleo.
Rusia —uno de los mayores productores mundiales de crudo junto a Arabia Saudita— y Estados Unidos también dijeron que podrían incrementar su producción y que podían confrontar unos precios del petróleo bajos por entre seis y 10 años.

El reino del desierto, líder de facto de la OPEP, cuenta con una ventaja sobre el resto de países petroleros: incluso si el precio por barril cayese al citado entorno de los 20 dólares, su producción seguiría siendo rentable, algo que no pueden decir ni EE UU ni Rusia. Pero a los inversores la situación les recuerda demasiado a 2014, cuando los saudíes abrieron el grifo para tratar de expulsar a parte de los productores fracking de Texas y el botín obtenido fue mucho menor de lo esperado: quebraron muchas firmas dedicadas a la obtención de crudo por fracturación hidráulica, pero Washington acabó saliendo reforzado como primer productor mundial. En toda pugna de precios, a corto plazo solo ganan los países consumidores.

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