En octubre, un ataque del ejército de Estados Unidos a médecines
sans frontières dejo una veintena de muertos pero no hubo banderitas francesas
en Facebook. La organización Médicos sin Fronteras informó que un bombardeo
contra uno de sus hospitales en la ciudad de Kunduz, en el norte de Afganistán,
dejó 16 personas muertas, incluso tres niños (http://voces.huffingtonpost.com/2015/10/03/medicos-sin-fronteras-bombardeo_n_8237924.html
). La noticia se difundió con un perfil muy bajo y para fines prácticos fue
ignorada por el público en general.
El 13 de noviembre dos atentados suicidas causaron más de 40
muertos y más de 230 heridos en la periferia de Beirut, según ha confirmado en
su cuenta oficial de Twitter la Cruz Roja libanesa. Las explosiones ocurrieron
hacia las seis de la tarde en el barrio de Burj el Barajne (http://internacional.elpais.com/internacional/2015/11/12/actualidad/1447348305_297136.html
). Las noticias en términos generales se refirieron al atentado como un ataque
al Hezbolá, y como un asunto intestino de musulmanes contra chiítas. No creo
que Facebook haya siquiera considerado en plan de chiste un filtro de la
bandera libanesa o un botón seguro (http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2015/11/15/actualidad/1447601146_991279.html
).
Los muertos en Siria se cuentan por cientos de miles y no
hay filtro de bandera Siria que yo sepa.
La lista de masacres en el mundo es interminable y nos
abrumamos solamente haciendo la referencia. En Palestina, Israel ha masacrado
civiles por millares. Sería injusto decir no ha habido una reacción mundial,
pero para la gran mayoría es un asunto de Israel y su seguridad, como si los
palestinos no fueran gente.
¿Cuál es la diferencia entre Paris y Beirut? Beirut se seca
las lágrimas tras el atentado suicida del pasado jueves, a manos del Estado
Islámico. Y también se pregunta por qué sus muertos no valen tanto para la
comunidad internacional como los de París.
La apatía mediática cuando se trata de un atentado que ha
tenido lugar en el traspatio imperial contrasta con el dramatismo de la
exposición cuando se trata de un atentado en territorio europeo o estadunidense
(https://ericlluent.wordpress.com/2015/11/14/el-peligro-de-ponerse-la-foto-de-perfil-con-el-filtro-de-la-bandera-francesa/
).
Los medios y las instituciones hacen una diferencia pero el público
mismo muestra actitudes diferenciadas. Algunos muestran fastidio de que su
espacio lúdico se vea invadido por temas desagradables y ajenos. Otros reclaman
su derecho a sentirse más identificados con sus pares que con salvajes que ya
como quiera están acostumbrados a vivir en la violencia. Otros más, se muestran
igualitarios y hacen pósteres inclusivos y arbitrarios, olvidando que la lista
de víctimas es infinita y cubre todos los continentes. Otros reclaman atención a
problemas locales, tristemente como excusa para no hacer nada, ni local, ni
globalmente.
Si se puede. Si podemos marcar una diferencia. NO es cuestión
de odio o perdón sino de entender que todos los seres humanos somos hermanos
hijos de la misma madre y que nuestro futuro, el de nuestros descendientes,
solo se puede salvar mediante una humanidad unida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario