En la conversación de sobremesa de una reunión entre amigos, uno de ellos postuló que es un dilema moral aceptar una idea postulada por un autor moralmente cuestionable. En en sentido amplio, este enunciado es una falacia ad hominem (del latín "contra el hombre"); es un error lógico que consiste en rechazar o desacreditar un argumento atacando a la persona que lo presenta, en lugar de refutar el contenido del argumento en sí. Es una táctica retórica que busca desviar la atención del debate real apelando a prejuicios o características personales del interlocutor. Se critica a la persona, (su moral, inteligencia, antecedentes, etc.) en lugar de su argumento, con el objetivo es invalidar al oponente sin abordar la lógica de su postura. El ataque no tiene conexión lógica con el tema discutido. Se insulta, se sugiere que el argumento surge por interés personal o hipocresía, desacreditando de antemano a quien opina. Pero la verdad o falsedad de un argumento es independiente de quien lo expresa.
El ad hominem es un ataque fácil aunque intelectualmente deshonesto. Sin embargo, el diablo está en los detalles. La moralidad del autor y la relevancia moral del comportamiento cuestionado pudieran ser relevantes para establecer la coherencia de las ideas de fondo. El planteamiento ad hominem surgió de la aseveración de que Simone de Beauvoir fue una pedrastra, un tema complejo que combina lógica, ética, e historia intelectual. En mi opinión es un tema importante de tratar porque actualmente el feminismo y la ideología de genero han creado una controversia sobre los derechos de la niñez, en particular sobre si el niño o los padres pueden o deben decidir si aplicar o no una tratamiento hormonal y psicológico para cambio de genero, o si de plano estos tratamientos deberían estar proscritos.
Algunos grupos ideológicos y políticos, bajo la bandera de la libertad individual, argumentan que un niño de 5 años puede "decidir" su identidad de género y someterse a tratamientos hormonales. Otros lo ven como una forma de coacción ideológica. Así como en los 70 Sartre/Beauvoir/Foucault defendían que "los niños pueden consentir al sexo", hoy activistas dicen que "los niños pueden consentir a transiciones médicas". Entendiendo por niñez un estado donde un individuo carece de la madurez física, emotiva, y cognitiva para tomar de manera responsable decisiones que pudieran afectar su bienestar por si mismo: ¿En que momento termina la niñez?¿Bajo que condiciones un niño tiene derecho a tomar decisiones que lo afecten a él o a su entorno?¿Qué derechos y obligaciones tiene los padres o tutores a decidir sobre sobre la educación y condiciones de bienestar en general del niño?¿Qué protección legal debe recibir el niño de las leyes y normas sociales?
Contexto histórico y cultural
En la Prehistoria y Sociedades Antiguas la expectativa de vida estaba entre 20 y30 años con una alta mortalidad infantil, 30-50% moría antes de los 5 años. Dependiendo del individuo la primera menstruación se daba por lo general entre 12 y 16 años, similar a hoy, pero con desnutrición podía retrasarse. Actualmente, por la alimentación y el ambiento socio-cultural, en 150 años la edad promedio de la primera menstruación ha bajado de alrededor de los16 a los 12 años , aunque la madurez cerebral sigue llegando a los 25, creando un desfase peligroso: cuerpos adultos, mentes vulnerables.
En la Prehistoria y Sociedades Antiguas los niños cazaban/recolectaban desde los 6-7 años. Los adolescentes participaban en conflictos. Por ejemplo, los espartanos desde los 7 años. En la actualidad, la participación de niños y adolescentes en conflictos armados es un fenómeno documentado en guerras modernas, con niveles de brutalidad que desafían la concepción tradicional de la infancia como la edad de la inocencia y la ecuanimidad. En Camboya a finales de los 1970s, en el Khmer Rouge se estima que el 20% de los combatientes eran menores de 14 años (Human Rights Watch). Los niños realizaban torturas, ejecuciones masivas, y reclutamiento forzado en los campos de exterminio. Se documentaron casos de niños que decapitaban víctimas bajo amenazas de muerte ("First They Killed My Father", Loung Ung).
En África, en Sierra Leona durante la guerra civil (1991-2002), 10,000 niños fueron soldados, muchos obligados a matar a sus familias como ritual de iniciación (informes de Amnistía Internacional). En Centroamérica, Maras, MS-13, y Barrio 18 reclutan a niños desde los 9 años para asesinatos y narcotráfico (InSight Crime). En México, miles de menores están involucrados con cárteles (Redim). Más de 250,000 niños han sido usados en conflictos desde 2000. 65 países aún reclutan menores (Siria, Yemen, Sudán del Sur). Los grupos armados anulan la identidad infantil mediante rituales (ej.: obligarlos a matar a sus padres). Los niños son más manipulables y temerarios que los adultos, ideales para tácticas suicidas o de terror.
La exposición temprana a la violencia reduce la empatía y aumenta la agresión por cambios en la amígdala. Un estudio en ex-niños soldados de Sierra Leona (Harvard, 2010) mostró que: El 40% sufría de desensibilización moral (incapacidad de distinguir bien/mal); El 25% replicaba violencia incluso en entornos seguros.
El Señor de las Moscas de William Golding, basado en estudios de psicología social, explora cómo niños abandonados recrean estructuras violentas. En el cine, The Children, película de terror de 2008, muestra una comunidad de niños que envenena y mata a adultos bajo una lógica de "pureza". Beasts of No Nation, pelicula de 2015 basada en hechos reales muestra el reclutamiento y brutalización de un niño en África.
Estudios en primates como los de Jane Goodall muestran que la agresión es parte de la conducta instintiva, pero en humanos se potencia con factores sociales (pobreza, guerra, impunidad). Mientras la ONU protege la "inocencia infantil", grupos armados explotan su capacidad para la crueldad. Los ejércitos infantiles son un producto de la descomposición social, no de la "naturaleza" intrínseca de los niños. La literatura y el cine reflejan miedos ancestrales: ¿Qué pasa cuando los niños heredan el mundo sin reglas?
La Revolución Industrial, durante los Siglo XVIII-XIX, mejoro los indicadores de calidad de vida, aunque con trasfondo de inequidad social. En los Países Desarrollados (Ej.: Reino Unido, EE.UU.), la expectativa de vida aumento al orden de 40 años, 50-60 en 1900. La mortalidad infantil bajo a 20-30% con saneamiento. El trabajo infantil fue un problema importante con 50% de niños obreros, tan chicos como 5 años. El embarazo adolescente era muy común y 20% de mujeres se casaban antes de los 18.Ahora en el Siglo XXI, en los Países Desarrollados (Ej.: Estados Unidos, Unión Europea) la expectativa de vida esta entre 78 a 85 años. La mortalidad infantil anda por 0.5-1%. El trabajo infantil es menor al 1 % y es ilegal antes de los 16. El embarazo adolescente es del orden de 1-2% (15-19 años), y la tendencia es en descenso.
En México la expectativa de vida es de 72-75 años. La mortalidad infantil anda por 2-4%. El trabajo infantil sigue siendo relativamente alto: 8-12% (agricultura, comercio informal). Las pandillas y carteles reclutan niños desde los 10-12. El embarazo adolescente es significativo (10-15% ), 1 de cada 5 embarazos es en menores de 19 años.
Globalmente, la reducción de la mortalidad infantil a sido muy marcada de más del 50% en prehistoria a menos del 1% en países ricos. Hoy la vida adulta llega más tarde, antes se empezaba a trabajar a los cinco, ahora se estudia hasta después de los veintes. México combina altos índices de embarazos adolescentes, con una mayor esperanza de vida, y el uso de niños como soldados y accesorios criminales. Formalmente hay más protección legal para la niñez pero en la practica persiste el trabajo infantil y los embarazos precoces en zonas pobres.
La niñez como constructo social
Me contaron la siguiente historia de los abuelos de alguien que ocurre en algún lugar del México rural de finales del siglo XIX: Un hombre pasaba a caballo todas las mañanas en frente de una casa. Un día se presenta muy formal y pide hablar con el hombre de la casa y le dice que se quiere casar con su hija. El señor se sorprende pero el cabalero es hombre de rango y le pregunta que con cual de sus hijas se quiere casar, porque tiene varias. El caballero le dice que no sabe, que la ve todas las mañanas pero que nunca ha hablado con ella y no sabe su nombre. El hombre le habla a sus hijas y se la presenta al caballero, quien dice que no es ninguna de ellas. El señor de la casa se sorprende y le dice que son todas las muchachas que viven ahí. El caballero insiste y dice que la que él quiere barre todas las mañanas la entrada de la casa. ¡Ah! pero esa es una niña. El caballero insiste con firmeza que con esa se quiere casar. La hablan a la niña y el caballero confirma que es con la que se quiere casar. Le preguntan a la niña si esta de acuerdo en casarse con el caballero y asiente.
Es difícil establecer con precisión exactamente una persona pasa de niña a mujer. Aparte de que hay una variación de cuando ocurren los cambios fisiológicos y psicológicos en un individuo, lo que se considera "niñez" o "adultez" ha cambiado radicalmente en el tiempo y a través de las culturas. Aisha, esposa de Mahoma, se casó a los 6 años y consumó el matrimonio a los 9. En la Edad Media, matrimonios infantiles eran comunes entre nobles por razones políticas. En el siglo XIX, mujeres de 14-16 años se casaban con hombres mayores (ej.: Jane Austen refleja esto en sus novelas). En México, hasta el 2019, el Código Civil permitía el matrimonio infantil con consentimiento parental (en algunos estados, desde los 14 años). En Estados Unidos, en muchos Estados, aún hoy es legal el matrimonio infantil con excepciones judiciales o parentales.
La edad de consentimiento es un acuerdo social que varía según época, religión y legislación. Si en el pasado era aceptable que un hombre de 30 años se casara con una niña de 12, ¿por qué ahora lo vemos como abuso? Decir "antes era normal" no justifica el abuso. La esclavitud también fue "normal". Podemos respetar diferencias culturales sin tolerar violaciones a derechos humanos básicos. La neurociencia muestra que el cerebro no madura plenamente hasta los 25 años, especialmente en funciones como juicio, control de impulsos y evaluación de riesgos). Un niño de 9 años no tiene capacidad real de "consentir" a relaciones sexuales o decisiones médicas irreversibles.
En el pasado, el matrimonio infantil le servía a la sociedad para controlar la sexualidad femenina, alianzas políticas, o explotación económica. Hoy reconocemos que un adulto que busca relaciones con menores está ejerciendo poder, no "amor". Algunos grupos ideológicos y políticos argumentan que un niño de 5 años puede "decidir" su identidad de género y someterse a tratamientos hormonales. Sin embargo, los tratamientos de disforia de genero pueden ser una forma de coacción ideológica, similar a los matrimonios forzados del pasado. Así como en los 1970s Sartre/Beauvoir/Foucault defendían que "los niños pueden consentir al sexo", hoy algunos activistas dicen que "los niños pueden consentir a transiciones médicas". En ambos casos, se ignora la asimetría de poder de adultos influyendo en menores.
La Convención de los Derechos del Niño (ONU, 1989) establece que los menores deben ser protegidos de explotación, incluso si su cultura lo permite. El interés superior del niño prevalece sobre tradiciones o deseos individuales.
Beauvoir y las chicas Brodie
¿Es un ad hominem decir que Beauvoir fue pederasta para invalidar su filosofía? Si se usa la aserción para desacreditar todas las ideas sin analizarlas sí es falaz. Su teoría sobre la opresión de la mujer puede ser válida independientemente de sus actos. Pero si lo que se discute es su coherencia ética o la relación entre su vida y su obra, la observación es válida. Por ejemplo, criticar a Heidegger por ser nazi es relevante para evaluar su filosofía del Dasein, ya que su colaboracionismo muestra cómo su pensamiento podía justificar pasividad ante el mal. Beauvoir defendía la autonomía femenina, pero manipuló a alumnas menores de edad, lo que revela una contradicción en su ética.
En sus memorias (Memorias de una joven formal), Beauvoir admitió relaciones con alumnas de 17 años, edad legal en Francia para alegar consentimiento, pero moralmente cuestionable por la asimetría de poder entre su posición como profesor y un alumno. Hay una película "The Prime of Miss Jean Brodie" (La primavera de la señorita Brodie, 1969), protagonizada por Maggie Smith y con Pamela Franklin. La película está adaptada de la novela homónima (1961) escrita por Muriel Spark. La historia sigue a Jean Brodie, una excéntrica profesora en una escuela de niñas en Edimburgo (Escocia) en los años 1930. Brodie selecciona a un grupo de alumnas ("las chicas Brodie") a las que considera especiales y las moldea bajo su influencia, inculcándoles sus ideas sobre arte, política (simpatiza con el fascismo) y la vida. Su relación con las estudiantes es intensa, casi de adoctrinamiento, ejemplificada en la frases: "Dadme una niña a una edad impresionable, y será mía para siempre". El conflicto surge cuando una de sus alumnas favoritas, Sandy (Pamela Franklin), comienza a cuestionar su manipulación y termina traicionándola. Brodie ejerce un control casi mesiánico sobre sus alumnas, reflejando los peligros del adoctrinamiento en la educación. Brodie admira a Mussolini y Franco, lo que sugiere una crítica a la seducción ideológica del totalitarismo. Aunque no hay relaciones sexuales explícitas, la película explora el lado oscuro del carisma docente, donde la influencia emocional puede ser tan dañina como el abuso físico. Brodie ve a sus alumnas como "su obra maestra". Aunque es más bien un antirreflejo, dada la ideología de Beauvoir, la película refleja preocupaciones similares a las críticas contra Beauvoir y Sartre: La idea de moldear jóvenes impresionables, el abuso de autoridad formal, y la pureza intelectual para justificar comportamientos cuestionables. La historia de Spark trata sobre la obsesión por controlar la mente y la vida de menores, lo que en el contexto de Beauvoir/Sartre adquiere un matiz más siniestro por su apoyo a relaciones adulto-menores.
Una película más explícita sobre abuso a menores en círculos intelectuales, es "Le Consentement" (2023), basada en el libro de Vanessa Springora, donde denuncia su relación con el escritor Gabriel Matzneff, apoyado en su momento por Sartre/Beauvoir. Como un apoyo a Matzneff, Simón de Beauvoir firmó junto a Sartre, Foucault y Derrida una petición para abolir la edad de consentimiento, argumentando que los niños podían "consentir" relaciones con adultos. La defensa de los Existencialistas franceses de la "libertad sexual" sin restricciones contribuyó a normalizar abusos en nombre de la transgresión.
Simone de Beauvoir fue una destacada pensadora, escritora y una de las figuras más importantes del feminismo del siglo XX. Su obra más famosa es "El segundo sexo" (Le Deuxième Sexe, 1949), donde analiza la opresión histórica de la mujer y sienta las bases del feminismo moderno. Beauvoir y Jean-Paul Sartre mantuvieron una relación intelectual y afectiva durante décadas, aunque nunca se casaron, defendiendo una relación abierta basada en la libertad y el compromiso intelectual. Aunque ellos mismos no fueron acusados formalmente de tener relaciones sexuales con menores, sí apoyaron públicamente a intelectuales cercanos involucrados en casos de abuso a menores.
Uno de los episodios más conocidos es la carta pública de 1977 firmada por Sartre, Beauvoir, y otros intelectuales como Roland Barthes, Gilles Deleuze, y Louis Aragon,) en defensa de Bernard Dejager, Jean-Claude Gallien, y Gérard R., tres hombres condenados por mantener relaciones sexuales con menores de 13 y 14 años. La carta, publicada en Le Monde, argumentaba que los acusados eran perseguidos por su "libertad sexual" y que las adolescentes involucradas habían consentido. Beauvoir y Sartre firmaron bajo el argumento de que la sociedad era "represiva" y que los jóvenes tenían derecho a su sexualidad. Esta postura se enmarcaba en el movimiento pro-pederastia francés de los años 70 (que incluía a grupos como FHAR y GPED), que abogaba por la eliminación de las leyes de edad de consentimiento.
Simone de Beauvoir en 1977, firmó otra carta (junto a Sartre, Foucault y Derrida) pidiendo la abolición de las leyes de edad de consentimiento, argumentando que los niños podían "consentir" relaciones con adultos. Sartre, aunque menos activo en el tema, apoyó estas posturas en nombre de la "revolución sexual". Su revista Les Temps Modernes publicó textos que normalizaban las relaciones entre adultos y menores.
Beauvoir fue acusada de facilitar encuentros sexuales entre su círculo, incluyendo a Sartre y alumnas jóvenes. En sus memorias (Memorias de una joven formal), admitió relaciones con alumnas cuando era profesora, aunque siempre afirmó que eran "consentidas". Sartre tuvo una relación controvertida con Bianca Lamblin, una exalumna de Beauvoir que en sus memorias (Mémoires d'une jeune fille dérangée) denunció que Beauvoir la "entregó" a Sartre cuando ella tenía 17 años.
Argelia, la libertad política, y la ética personal
Hay que recordar que el trasfondo histórico del debate sobre los limites de la libertad individual defendida a rajatabla por los Existencialistas fue la cruenta guerra de independencia de Argelia. En ese contexto se dio el famoso enfrentamiento entre Albert Camus y Jean-Paul Sartre. Sartre y Camus eran amigos y filosóficamente afines pero se distanciaron con la crítica de Sartre, y su círculo de filósofos existencialistas, al libro "El Hombre Rebelde" (L'Homme révolté, 1951) de Camus. La disputa intelectual reveló divergencias irreconciliables sobre moral, política, terrorismo, y colonialismo.
Camus en "El Hombre Rebelde" argumentaba, haciendo referencia al Estalinismo, que toda revolución que justifica medios violentos en nombre de un fin utópico termina inevitablemente en tiranía. Que una auténtica rebelión democrática debe mantener un límite moral en sus acciones. Artículos en Les Temps Modernes acusaban a Camus de ser un "moralista burgués" "anti-histórico" por rechazar la validez de la violencia revolucionaria; Negar que la opresión colonial en Argelia) solo podía derrotarse con métodos radicales. Camus publicó una carta abierta ("Réponse à Sartre") donde acusó a Sartre de vivir en una torre de marfil intelectual y justificar el terrorismo en nombre de la "dialéctica histórica".
Las frasecitas matonas iban y venían: la violencia era inevitable para destruir sistemas opresivos (colonialismo, capitalismo); "Todo anticolonialista no violento es un burgués"; "La justicia sin libertad no es justicia".
Camus criticaba el "mesianismo revolucionario" que sacrifica vidas humanas en nombre de la Historia con su famosa frase en los Premios Nobel de 1957: "Entre la justicia y mi madre, elijo a mi madre" (Una defensa de lo concreto frente a las abstracciones ideológicas).
Camus era ambivalente sobre el colonialismo francés, pero rechazaba inequívocamente la independencia violenta mediante una guerra civil que terminaría en la persecución de los pieds-noirs, los colonos franceses en Argelia. Mientras que Camus proponía una solución federalista con igualdad de derechos para árabes y franceses bajo un régimen político y militar controlado por Francia, Sartre apoyaba sin reservas al FLN (Frente de Liberación Nacional argelino), incluyendo sus atentados terroristas. Sartre veía a Camus como un "nostálgico del colonialismo" por no alinearse con la independencia total.
Camus, hijo de un obrero analfabeto que murió cumpliendo su deber de soldado francés, creció en la pobreza en Argelia, y desconfiaba de los intelectuales parisinos, como Sartre, que teorizaban sobre la revolución sin pisar barrios pobres. Sartre, de familia acomodada, fue educado en la École Normale Supérieure, y veía la lucha de clases desde la teoría y acusó a Camus de "falta de rigor filosófico".
Camus intuye que la independencia argelina podría llevar a masacres, como de hecho ocurrió en 1962 y se niega a avalar el terrorismo del FLN. En 1956, durante un mitin en Argel, Camus declaró: "Estoy en contra de los atentados en las calles de Argel, que pueden golpear a mi madre, pero también estoy en contra de la injusticia colonial" y fue repudiado por todos.
Sartre escribió prólogos para el libro "Los condenados de la tierra" de Frantz Fanon, donde se justificaba la violencia anticolonial como "catarsis liberadora". Camus en "Los justos" (1949), plantea el dilema moral de un terrorista que duda antes de matar, y plantea que el límite ético existe, que el fin no justifica cualquier medio. Argelia independiente cayó en dictadura, y los pieds-noirs fueron exiliados o masacrados. Pero Sartre acertó en que el colonialismo era insostenible. Camus, que amaba su tierra, fue tachado de "traidor" por ambos lados.
"El Extranjero" (1942) de Albert Camus, tal vez su obra fundamental, ha sido criticada por su tratamiento de los argelinos nativos como meros elementos del paisaje, invisibilizando su humanidad y su historia bajo el dominio colonial francés. La novela refleja la mentalidad de los pied-noir, colonos franceses en Argelia. La fascinación de Meursault por la naturaleza puede interpretarse como una negación simbólica del pasado colonial de la Argelia de Camus. El árabe asesinado por Meursault es solo "el árabe"; su hermana es "la mujer árabe". Los árabes son parte del telón de fondo de la vida de los pied-noir colonial. El escritor argelino Kateb Yacine (en "Nedjma") denunció que Camus retrató Argelia como "un escenario para europeos". Meursault mata a un árabe en la playa, pero el acto parece arbitrario, sin motivación política o racial explícita. Para los lectores argelinos, este acto refleja la impunidad colonial: un europeo mata a un nativo sin consecuencias morales profundas. El protagonista encuentra sentido en la naturaleza, no en la sociedad o la historia: justifica el asesinato con un "El sol me aplastaba". "El cielo estrellado"* le da más emoción que los juicios humanos. Esta fijación en lo físico y lo inmediato puede verse como un rechazo a enfrentar la realidad histórica de Argelia. Mientras los argelinos luchaban por su identidad, Meursault vive en un presente eterno, sin memoria ni culpa.
Camus nunca apoyó la independencia argelina. En *"El Extranjero"*, los árabes son como las rocas o el sol: obstáculos o elementos neutros, no víctimas de un sistema. En "La Peste" (1947), Camus sí explora la solidaridad humana, pero en un marco europeizado, Orán es una ciudad "blanca". Camus expone el absurdo de todas las ideologías, incluyendo el racismo.
El círculo intelectual de Sartre incluía a Gabriel Matzneff, quien décadas después fue condenado por violar menores. Gabriel Matzneff es el autor de "La diable au corps" (El diablo en el cuerpo, 1982), una especie de "continuación" o respuesta transgresora a *"El extranjero". En *"El diablo en el cuerpo", Matzneff imagina a el protagonista de "El extranjero" como un hombre que, tras salir de prisión, tiene relaciones con adolescentes, justificándolas como actos de "libertad radical". El libro de Matzneff fue elogiado en su momento por figuras como Philippe Sollers (editor de Tel Quel) y, de manera indirecta, por el círculo de Sartre y Beauvoir, quienes defendían la "liberación sexual" incluso con menores.
Matzneff fue protegido durante décadas por el establishment literario francés, incluyendo a Sartre, Beauvoir, Foucault y Derrida, quienes firmaron en 1977 la polémica carta a favor de la abolición de la edad de consentimiento. En sus diarios (Les moins de seize ans, La prunelle de mes yeux), Matzneff documentó sin pudor sus relaciones con menores, algo que la prensa cultural francesa trató como "provocación literaria" en lugar de un delito. En 2020, Vanessa Springora (una de sus víctimas) publicó "El consentimiento", donde detalló cómo Matzneff, que entonces tenia 50 años, la manipuló a los 14 años. El libro destapó el escándalo de la pederastia protegida por intelectuales. Matzneff fue condenado en ausencia por apología de crímenes sexuales, sus libros retirados de circulación y el mundo literario francés se vio obligado a revisar su complicidad.
Matzneff representó la radicalización de las ideas que Sartre y Beauvoir apoyaron en los 70 de libertinaje sexual sin límites, incluso con menores). La versión de Matzneff del protagonista del Extranjero es un reflejo perverso del existencialismo amoral que Sartre exploró en "La náusea", llevado al extremo de la pederastia. Matzneff es un símbolo de cómo la élite intelectual francesa normalizó el abuso bajo el pretexto de la transgresión.
En "El extranjero" de Camus, Meursault es un "extranjero" en sentido filosófico: indiferente a las normas morales, pero no un depredador. Su crimen (matar a un árabe) es un acto absurdo, no una reivindicación ideológica. El Meursault de Matzneff abraza el mal como filosofía. Tras salir de prisión, busca "liberarse" mediante relaciones con adolescentes argelinas, fusionando el racismo colonial (el hombre blanco que domina cuerpos no occidentales) con la pederastia (el adulto que domina a menores). En *"El diablo en el cuerpo"*, Meursault dice: "Los árabes son como niños... No conocen nuestros remordimientos. ¿Por qué negarles lo que desean?". Matzneff tomó el existencialismo de Sartre y el absurdo de Camus y los vació de ética, convirtiéndolos en un culto al abuso. Su "El diablo en el cuerpo" no es solo sobre Argelia: es un manifiesto de cómo la transgresión se vuelve fascinación por el mal.
Otro libro que pretende ser una continuación del Extranjero es "El Mersault investigado" (Meursault, contre-enquête) de Kamel Daoud. Daoud responde a la visión colonial en *"El extranjero"* (1942) de Camus, donde el árabe asesinado por Meursault no tiene nombre, voz, ni historia. La novela es una denuncia política de la deshumanización de los argelinos durante la ocupación francesa (1830-1962) y su invisibilidad en la literatura europea. Haroun, el hermano del "árabe" asesinado (a quien Daoud llama Musa), narra su vida en una Argelia independiente pero traumatizada. Haroun cuestiona el absurdo existencialista de Camus: "A mi hermano lo mataron dos veces: por la bala y por el olvido". En Argelia Daoud fue acusado de "blasfemia" por su escepticismo religioso. En Europa su novela fue alabada como una de las mejores respuestas poscoloniales a Camus. En Camus, la víctima es solo "el árabe"; Daoud le da identidad y hace patente su sufrir: "Camus nos dio un muerto sin nombre, yo les doy un hermano. […] Meursault mató a Musa, pero Camus mató la memoria. ¿Quién es más culpable?".
Para entender las contradicciones entre las teorías críticas sobre el poder, la libertad y los actos personales de sus defensores, Michel Foucault es fundamental;Su estancia en Argelia (1955-1962) y su postura sobre la pedofilia en los años 70 plantean la pregunta incómoda: ¿Se puede separar la obra filosófica de la conducta moral de su autor?
Foucault enseñó en la Universidad de Túnez y viajó frecuentemente a Argelia durante la guerra de independencia (1954-1962). Aunque apoyó públicamente la lucha argelina contra el colonialismo francés, hay testimonios perturbadores que lo acusan de explotación sexual. Guy Sorman en "Les enfants de Rifaa" y otros testimonios sugieren que Foucault, como muchos europeos en Argelia, pagaba a niños pobres por sexo. Esto coincidiría con su defensa posterior de relaciones "consentidas" entre adultos y menores, en línea con Sartre y Beauvoir.
Foucault denunciaba el poder colonial, pero su conducta personal reproducía la dinámica de dominación: el intelectual europeo usando cuerpos argelinos como objetos de placer. Foucault postula la "liberación sexual" como resistencia al sistema burgués ("Historia de la sexualidad"). Firmó la carta de 1977 para abolir la edad de consentimiento, argumentando que las leyes contra la pedofilia eran "represivas". En debates con Jean Danet (1978), dijo: "El niño puede consentir... No hay daño intrínseco en relaciones con adultos".
Rechazar una teoría por la vida privada de su autor es un error lógico, pero si un filósofo defiende la "liberación" pero oprime a otros, la dimensión moral de su teoría puede estar viciada. El análisis de Foucault sobre el poder en las cárceles sigue siendo útil, pero su defensa de la pedofilia es un error y una incoherencia moral.
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